miércoles, 22 de julio de 2009

50 razones para quererte


feliz el día de mi cumple con puro habano, hamaca brasileña, y sombrero mexicano, en compañía de mis hijos...

quienes son padres o madres van a entender que un regalo así se quiera lucir, compartir, gritar, llorar, recordar.... me lo hizo mi hija, una adolescente de 14 años que rapea con sus amigos en el parque, y con la que no siempre la relación es fácil. creció levantando el puño y reprimiendo que le dijese "cosas bonitas", chica dura y autosuficiente por fuera, con un tesoro de corazón en su interior,... y sin mediar previo aviso, con mucho amor y alevosía, el día de mi cumpleaños va y me regala este texto,..

a ti y siempre a ti, gracias irene amor mio, por todos los días que nos buscamos sin encontrarnos, por ese corazón que compartimos,
te quiero!


"50 razones por las que te quiero"

1.- porque eres mi padre
2.- porque lo has dado todo por nosotros
3.- porque nunca te rindes
4.- porque arreglaste los juguetes rotos
5.- por ser el maestro fogonero
6.- por ponernos antes que al dinero
7.- por aguantar nuestra adolescencia
8.- por tener tanta paciencia
9.- por tu pijama de elefante :)
10.- por llevar todo adelante
11.- por tu talento en la poesía
12.- por el amor que nos das cada día
13.- el dinero sólo hay que cogerlo, tu piensas que antes hay que merecerlo
14.- porque hoy es tu cumpleaños
15.- porque nos proteges de cualquier daño
16.- por los lugares donde nos has llevado
17.- por las historias que nos has contado
18.- porque cuando digo que eres el mejor padre del mundo no miento
19.- porque lo que aquí escribo, es lo que de verdad siento
20.- los mejores años de nuestras vidas han sido contigo
21.- porque a veces has sido como un amigo
22.- por llevarnos siempre en el corazón
23.- por tener razón
24.- por cambiarnos los pañales
25.- por tu amor con los animales
26.- por todo lo que nos has enseñado
27.- porque tu amor nos lo has demostrado
28.- me pusiste alas y aprendí a volar
29.- me diste la vida y ahora voy a disfrutar
30.- porque siempre vas con la cabeza alta y el mundo bajo tus pies
31.- porque me estoy currando esto ya lo ves
32.- porque no me importa que cumplas 100 años
33.- porque te haré uno de estos en todos tus cumpleaños
34.- porque dejaste de fumar
35.- porque nos tenías que cuidar
36.- por tu forma de ser
37.- porque sé que siempre nos vas a querer
38.- porque lo que más quieres no lo vas a perder
39.- porque te quiero ver
40.- porque somos hijos de las estrellas y tu eres el sol
41.- porque quiero estar contigo
42.- porque me enseñaste que la felicidad no la da el dinero, la da el amor
43.- por tu buen humor
44.- porque cuando estoy enferma me cuidas
45.- porque te voy a traer todo lo que me pidas
46.- porque te voy a bajar la luna con mis manos
47.- ya que contigo puedo tocar el cielo
48.- porque no me importa que ganes o que pierdas
49.- porque para mi siempre serás el primero
50.- porque te quiero
¡¡felicidades!!

20/7/2009
irene

domingo, 19 de julio de 2009

brindis


el domingo pasado manuel vicent firmaba en el diario el país una columna genial de esas que llegan en el momento justo el dia más apropiado. se titulaba brindis y comenzaba asi:

"alguna gente madura, tal vez la más lúcida, suele pensar con acierto que lo mejor que tiene la juventud es que ya pasó. fue una época breve y radiante, romántica y vigorosa, pero también llena de luchas, temores, dudas, celos y rivalidad. alrededor de los 50 años, en cualquier biografía llega un momento en que el caballo de fuego que uno llevaba dentro comienza a perder la ansiedad en el galope y aun sin abandonar la curiosidad ante la vida siente que hay que tomarse las cosas con más calma. a qué viene tanta prisa, se dice a sí mismo una mañana. de pronto uno se da cuenta de que no tiene que correr detrás del autobús ni necesita presentarse ya a ningún examen ni le inquietan las modas ni se ve obligado a cambiar de costumbres y cada día le importa menos lo que piensen de él los demás. no ha dimitido de ninguna idea ni ha cambiado de bando. le siguen cabreando los mismos políticos, las mismas injusticias, los mismos fanáticos, los mismos idiotas, pero no está dispuesto a que ninguno de ellos le estropee una buena digestión."

mañana me tocará a mi, y brindaré, pero llevo celebrando esta frontera desde hace ya algún tiempo. y es bueno que de vez en cuando alguien nos recuerde lo hermoso, sano y conveniente que resulta cumplir años, y más que cumplirlos, llevarlos con dignidad y cierta elegancia. cumplir años no nos convierte exactamente en mejores personas, ni siquiera en seres más inteligentes, quizá ni sea causa alguna para la felicidad, no todos bebemos la experiencia de la misma fuente, conozco muchos maduros que son todo menos buenas personas, perfectos imbéciles capaces de arruinar sus vidas y lo peor, la de quienes les rodean. pero esos ya no nos inquietan ni nos roban el sueño.

es bueno detenerse y observar, tener la perspectiva que nos dan los años cumplidos, limpiarse por dentro de la ansiedad que nos han contagiado, dedicarse tiempo para entender muchas cosas que hicimos demasiado rápido, y saborear con delicada y sabia percepción el vino de una vida que madura y reflexiona entre el silencio y la paz de este nuevo atardecer.

jueves, 16 de julio de 2009

la cara oculta de la luna


en julio de 1969 yo era un niño a punto de cumplir los 10 años. vivia con mi familia en barcelona y como mi padre apenas disponía de vacaciones, pasabamos los largos y cálidos veranos en un camping cercano a la capital, "la ballena alegre", en la entrada, dibujado sobre un enorme cartel de madera se distinguía al cetáceo sonriendo y lanzando su chorro de agua azul, recortado por encima del límite de la valla.

yo había nacido a la luna de valencia, a orillas del mediterráneo, de padres igualmente desplazados, con raíces italianas y andaluzas, así que un camping en aquella barcelona de los '60 era el mejor lugar del mundo para que un "charnego y apatrida" como yo nunca se sintiera extraño. me pasé los veranos jugando con niños y niñas holandeses, alemanes, franceses, belgas, ingleses... nadie mejor que los niños para entenderse sin utilizar una lengua común. pasábamos las horas colgados boca abajo en los parques, recogíamos el dinero abandonado en maquinas de tabaco y cabinas telefónicas, lo gastábamos en sacar aquellas enormes bolas de chicle de colores que se hacían eternas en la boca, y espiabamos a los hippies que iban a la playa al atardecer con sus guitarras, sus botelleas de vino y unos cigarros que compartían porque, pensábamos, eran pobres como nosotros.

aprendí que los holandeses cenan cuando nosotros merendamos, que calzan sandalias en vez de chanclas porque usan calcetines en verano, aprendí mis primeras palabras en inglés, friend, you are my friend, y en italiano, la lengua de mis abuelos, va bene cosi, aprendí que los franceses celebran el 14 de julio porque salían en procesión por el camping enarbolando banderas y cantando como si recibieran al mismisimo napoleón, y me enamoré de los ojos verdes de karen, una alemana bajita y morena como la de la canción de sabina, que me partió el corazón cuando una mañana descubrí que su caravana ya no estaba.

aquel 20 de julio de 1969 celebramos mi cumpleaños alrededor de las mesas plegables de colores que servian para comer, estudiar y jugar al parchis en horas de siesta. dejamos por un momento nuestros rifles de plástico abandonados sobre la arena y detuvimos los ataques del vietcong sobre la irreductible hanoi situada tras los servicios de caballeros. recuerdo que mi madre me puso un enorme gorro blanco de cocinero para soplar las velas, mientras la camada internacional de amigos coreaba como podía la canción del cumpleaños feliz.

mi padre llego a cenar, me dijo que esa noche sucedería algo que nunca olvidaría, decía que los americanos llegarían a la luna y que nosotros podríamos verlo porque la televisión lo iba a retransmitir.

con mis diez años recién cumplidos pensé que se trataba del mejor regalo con el que nadie pudiera obsequiarme. no importaba si aquello era importante o no para el resto de la humanidad, sucedía el día de mi cumpleaños y mi padre me lo traía como un secreto entre él y yo, algo mágico y excepcional que seguro si sería importante el resto de mi vida.

me quedé dormido esperando el "alunizaje", con la cabeza apoyada sobre sus piernas. y en mitad de aquel sueño mi padre me despertó emocionado y sobresaltado y pude ver las imágenes en blanco y negro de un astronauta pisando la blanca superficie de la luna, esa escena quedó grabada en mi memoria como si fuera parte de mi propia historia, y de vez en cuando se repite o alcanza su realidad cuando la relaciono con cosas que aparatenmente no tienen nada que ver con ella, como cuando escucho "heroes" de david bowie o "imagine" de john lenon, cuando algún gato me sostiene la mirada, al sentir la brisa del mar sobre mi rostro, o cuando voy conduciendo por carreteras secundarias, o al entrar en iglesias en las que ya no rezo, un sinsentido que todavía guardo como misterio que nunca quiero que deje de ser.

un mes después de aquello los hippies se reunireon en woodstock, miguel rios seguía cantando "el himno a la alegría" y yo me examiné de inglés y matemáticas, la guerra de vietman seguía en su apogeo, karen nunca regreso y yo pasé de curso.