jueves, 18 de febrero de 2010

soy un estado soberano / en una maquiladora























El pasado 11 de febrero en Saltillo, Coahuila, en México, mi editora en tierras americanas, Alejandra Peart, me había convocado para realizar una singular lectura: un recital a dos voces con la poeta coahuilense Claudia Luna, donde cada uno debería leer los poemas del otro.
Nos conocimos el pasado noviembre y releímos poemas para seleccionar con cuales nos sentiríamos más próximos. Nuestra sorpresa llegó al descubrir dos poemas, uno de cada uno, escritos en la misma fecha, trece años antes de conocernos y que podía leerse como si se tratase de un mismo texto. Decidimos entonces leerlo juntos, deshaciendo y rehaciendo los poemas, entrelazando los versos como si fueran las cartas de una baraja o los dedos de las manos cuando se cruzan para orar. El texto en cursiva es el mío, el otro es de Claudia.




Soy un estado soberano
En una maquiladora

A Maya de Valle

“De la piel para dentro empieza mi exclusiva jurisdicción
elijo yo aquello que pueda o no cruzar esa frontera
soy un estado soberano
y las lindes de mi piel me resultan mucho más sagradas
que los confines políticos de cualquier país”
Antonio Escohotado



Si te desnudaras ahora conmigo
en esta pequeña parte de la historia
quince de diciembre
de mil novecientos noventa y seis,

Si la máquina de zurcir fuera un cometa y tú volaras en su cruz
si por casualidad decidieras situarte fuera de la ley
y supiéramos tu boca sobre mis labios
y tu pubis marcara mis caderas
como una fragata roja en la bahía del estado,

si confiaras blusas a tus sueños desprotegidos
si pudieras desnudarme como yo te desnudo
como se apura el último sorbo de la última copa,

si curaras el vacío de los días en una cama limpia
si entre la casualidad y la duda
te quedaras con la duda,

si tus medias no fueran mapas de guerra
si al despertar las fronteras
fueran marcas de carmín
descritas impunemente sobre mi piel,

si tejieras aguas serenas al latido de tu pecho
si tu pudieras...
si la melancolía en tu espalda se vaciara en un cristal
si fuera mi ley tu deseo
si las líneas de tu cara retrataran el árbol de la vida
si mi pequeña patria de carne y hueso
si tus dientes no tuvieran manchas
si tu cuerpo
si alguien tocara tu puerta para preguntar la hora
si el eslabón perdido entre el ser y no ser,
si el santo milagroso recordara tu sexo hambriento
si te desnudaras ahora conmigo ....
aquí, donde se casan los ríos y desbocan los caballos
en este muelle de noche y día
de ida y vuelta y vuelta y vuelta
y vuelta a decir

si la noche cuidara de tus miedos
si pudieras mujer ver al sol
harto de su fuego
si así fuera
recuerda siempre que también yo
fui alguna vez un estado soberano.


Claudia Luna 1996 / Uberto Stabile 1996