martes, 30 de noviembre de 2010

tan lejos de dios, tan cerca de nosotros



Tan lejos de dios, tan cerca de nosotros

Desde el siglo pasado, la frontera norte de México ha sido estereotipada, desde el centro, como el territorio de la carne asada y la cerveza, la mashaca y las tortillas de harina, la tierra de los bárbaros del norte, los balazos, la raza bronca, el trío norteño con acordión y voces chillonas; curiosamente este centralismo mexicano de falso federalismo, ha querido ignorar de muchas maneras a la frontera norte a pesar de las históricas sergas como la rebelión de los Yaquis en Sonora, la resistencia de los Cucapáh en la ribera del Golfo de California, las hazañas de Pancho Villa y los hermanos Flores Magón, o las arrolladoras presencias de Don Alfonso Reyes, la María Félix, Jesús Gardea, Pedro Infante, Lupita Dalessio, Gilberto Owen, Estelita Núñez, Germán Robles Tin Tán, Enriqueta Ochoa, Los Cadetes de Linares, el Maromero Páez, Abigael Bohórquez, Eulalio González el Piporro, y las marchas anónimas y multitudinarias contra la violencia y la impunidad en ciudades como Hermosillo, Tijuana, Ciudad Juárez, Monterrey y Reynosa.

Otro ejemplo más de este fallido desdén hacia las manifestaciones norteñas. Hay una gran número de antologías de poesía mexicana, comenzando por la prologada por Jorge Cuesta, en 1928, y que lleva por título Antología de la poesía mexicana moderna. Casi todas las antologías son desde el centralismo del Distrito Federal, con poetas del deefe o con escritores norteños que radican o quisieran vivir en el Tristito Federal. También se han realizado antologías del norte elaboradas desde el Deefe, pero también otras por los mismos norteños, comenzando por Primer Encuentro de Poesía de la Frontera Norte de México, realizada por Raúl Antonio Cota, en La Paz, Baja California Sur, en el año de 1986; sin embargo, la mayoría de éstas han sido ediciones limitadas y distribuidas básicamente en la frontera e ignoradas por el centro del país, y me refiero a excelentes antologías como El mar es un desierto creada por el escritor neolonés Margarito Cuéllar, en 1999.

Hoy presentamos otra antología norteña, Tan lejos de Dios, poesía mexicana en la frontera norte, realizada por Uberto, un español de raíces italianas y gran enamorado de México, de la comida, la música, y su literatura. Como toda antología, ésta será criticada y es criticable; sí, hay ausencias; sí, hay inclusiones debatibles; sin embargo es un sencillo muestrario, en coedición curiosamente con la UNAM, que de pronto da cuenta que la provincia, el norte, los del interior, en su mayoría escriben sin becas, sin apoyos, sin prebendas, porque la escritura se realiza desde antes, durante y a pesar de las instituciones culturales y oficiales de los estados de esta república tan golpeada por la crisis económica, la narcoviolencia, los políticos corruptos y los casi invisibles empresarios.

La antología que hoy se presenta tiene tres virtudes. La primera es que fue realizada por Uberto Stabile, un vato que es poeta, editor y visionario, y cuando anoto lo de visionario lo escribo por una circunstancia especial; Uberto vive en Huelva, ciudad marina en la sureña región andaluza de España, a cinco minutos de Palos de la Frontera, de donde partió Cristobal Colón y que, al igual que Uberto, también de origen italiano, zarpó para descubrir, por error, por serindipia, por casualidad, un nuevo territorio maravilloso: el Nuevo Mundo de Poetas Nortenses.

La segunda virtud es que esta antología, Tan lejos de Dios, es un enorme muestrario de poemas, que no de currículums, donde el desierto, la familia, el mar, la violencia, el calor, el desencanto, las ciudades, el amor y la denuncia están presentes a través de sus casi 400 páginas y 64 poetas, es decir, a través de la lectura podemos armar este enorme rompecabezas que es la poética del norte de finales de siglo xx e inicios del siglo xxi.

La tercera virtud es que fue realizada con mucho amor, según él mismo lo declara, y que su enamoramiento hacia la literatura lo hizo llegar a estas tierras para descubrir un nuevo mundo de letras, imágenes, de metáforas que edifican una nueva realidad ante el olvido, la violencia, la discriminación, las inclemencias del tiempo, la ignorancia y la impunidad cotidiana.

el róber castillo
de la república independiente de playas de tijuana
en el antiguo territorio de baja california